«…
Vi, y tal vez todavía veo, en la vigorosa agresividad que
Aldo expresa en sus esculturas, la imagen de una agresividad que
también fue mía, aunque ya me es lejana. Y su recuperación,
que me hizo sentir conmocionado y, tal vez, un poco expropiado,
parece impregnada de una proyección vital».
Mario Manieri
|